¿Tienes todo bajo control?

¿Qué tipo de control tengo en mi vida diaria?


Lo sé, a veces te sientes con poco o nulo control en tu destino. Te comento, amigo mío, esto es normal. Así es, no es nada del otro mundo el sentirse confundido o con poco control. De hecho es el principio de el Paradigma de la Inconformidad. Este Paradigma se basa en movernos de donde estamos en ámbitos como el económico, espiritual, mental o familiar. 


Pero ahora, digamos que ya entraste en inconformidad con tu estado actual, digamos que ya comenzaste a avanzar y a desarrollar nuevas habilidades y llegas al punto de la confusión, de ese sentimiento de carga en la espalda y que te hace un nudo en la garganta... Wow! Lo has sentido, ¿cierto?
Existen 3 diferentes tipos de controles que podemos ejercer en nuestra vida cotidiana, y creerme que cundo sepas identificar en que situación utilizar cada uno tu vida cambiará y tu contexto se va a expandir. 

1.- Control directo: este control no tiene mucho definición que digamos. Se enfoca mucho más en los hábitos que tenemos. Lo que hacemos al despertar, si nos ejercitamos, si estamos desarrollando nuestra persona, si nutrimos nuestro espíritu etc. Son cosas que hacemos por voluntad propia.  



2.- Control indirecto: gira en torno a los métodos que nosotros aplicamos en nuestra vida al realizar tareas, a nuestra forma de relacionarnos con otras personas, al ejercer nuestra misión de vida etc. Es como la ley de Causa y Efecto. Nosotros podemos relacionarnos con una nueva persona de una manera reactiva (cosa a la que tenemos control) y que la personas por ejemplo reaccione muy mal y nos agreda (no controlamos su reacción). O hacemos un trabajo rápido y si  ver los detalles (podemos controlar la efectividad del trabajo) y dicho trabajo resulta mal hecho, por lo cual, recibimos un regaño o un consejo de nuestro gerente (que sea regaño o un consejo es un hecho que no controlamos directamente)



3.- Control inexistente: supone asumir la responsabilidad de modificar nuestras actitudes: sonreír, aceptar autentica y pacíficamente esos problemas y aprender a vivir con ellos aunque no nos gusten. De modo que no les otorgamos el poder de controlarnos. Un ejemplo claro es, cuando estamos atendiendo un negocio y llega un cliente mal humorado y trata de mala manera; no tenemos control sobre ese estado de ánimo y solo queda mostrar una buena actitud proactiva (sí, hasta en estos hechos se ve nuestra naturaleza reactiva o proactiva) 




Entonces en resumen, existen 3 tipos de controles: 

- Control directo = HÁBITOS 
-Control indirecto = MÉTODOS 
- Control inexistente = ACTITUDES 

Desde hoy trata de encontrar cada control en tu vida y controla lo que está en tus manos y no más, porque es ahí donde llega la confusión, el estrés y la desilusión.



Estaremos subiendo un artículo diariamente, con el fin de aportarles valor a todos nuestros lectores. 
Estamos muy agradecidos porque ya hemos recibido 2mil visitas en nuestros blogs anteriores y esperamos seguir aportando mucho valor por medio de estos artículos! 

Nos vemos en el próximo blog! 


Comentarios